martes, 1 de abril de 2014

KILÓMETRO CERO EN AL FAYUM

Hagamos un trato: yo no te miraré más,
ni corregiré tus defectos,
lo que hayan hecho mis dedos de puta en tu cama no me importará,
me concentraré en mis solsticios,
me conformaré con que me des luz con la lámpara
y silencio entre palabras.
No retiraré más los tallos sin frutos,
que se mueran si quieren,
ya he perdido bastante tiempo con ellos,
ahora es el momento de la sal sobre la lectura,
de los testigos incómodos
y volver a cargar contra la lujuria como una isla,
dejadme que rompa el goteo aunque sea por mi bien,
la técnica siempre al servicio del suicida,
y que el mundo sea un ajuar.
Me pasaré alambres por las articulaciones,
seré marioneta de viento racheado,
adivinadora de los sueños,
aprovecharé para reírme de esos estúpidos retratos de bohemios,
dejaré aquí calcado los que soy,
un cero adquirido mucho antes de tener conciencia,
con mucho aire para destrozar los garabatos,
peores también los hay,
sin rumbo y riéndose,
a qué espero para hacer vapor de lo que siempre ha estado muerto,
no defenderlo más,
porque ya no existe.