jueves, 15 de mayo de 2014

DFW DESENFUNDA

“ser puesto a prueba una vez y otra hasta que falle”
                                                                                  (J.M. Coetze)


Con mano de hierro plancho las destrozadas planicies,
erosión natural lo llaman, una excusa para no hacer preguntas,
sándwich de tierra y materia orgánica evolucionando,
al menos así lo vende un bufón en la tienda,
así lo publicitan señoritas de vida sana antes de desayunarlo,
es de colores, amable al tacto,
y muy doloroso.
Sus paredes interiores absorben primero la saliva,
luego el aire,
queda la nada encima de la lengua,
y la razón una sombra que se alarga y decrece,
nadie le marcó la divisoria,
podría ser imaginaria como todas las líneas que trocean el planeta
o poseer varios términos absolutos, desenmascararlos es el oficio del poeta.
Lo debería gritar más a menudo:
“esto no es así”
se ha borrado de la pizarra la tiza con el menú,
se confunde con el del día anterior,
quien dice qué corrección es la autentica,
quién me empuja de esta meseta,
consumirlo todo no lleva tanto tiempo,
beber los restos
es mejor que el dolor suicida y duradero,
barricadas contra todo lo que parezca calor,
contra eso lucho
y su corrección.

domingo, 4 de mayo de 2014

ORILLA PERPETUA

                                                                                        Para los que siempre tienen sed                   

“haber vivido es el sabor dulzón de la ciruela”
                                                                 (Pere Gimferrer)


El tiempo detenido
y tú a mi espalda ambicionando su sombra,
con detonarla no es suficiente,
hay que morderla para obtener certezas,
explosionarla hasta que el corazón satisfaga su ansia,
y lo negro
y lo blanco
atrapen la esencia que es fulgor,
intensidad en el bochorno,
gozoso punto de expansión que anula el estío.

Augurio de la primera memoria,
palabra saciada y segura,
sin reflejos, aptas para errar,
opinar, con su elemental sí o no,
sin otras salidas, sin opiniones que deformen el ánimo,
tan solo un silencio mientras se desperezan las líneas
y la belleza cantea el cuerpo hasta volver a inclinar las manos en busca de más
y remontar, de la velocidad de la luz, su tiraría,
qué más hay cuando se ha disfrutado del amor.