miércoles, 29 de enero de 2014

FLUJO POETICO

“…somos protagonistas del fulgor”
                                                                                              (Pere Gimferrer)


Por debajo del cañoneo,
fuego cruzado, leído astutamente,
hincha el subsuelo su semilla.
Uno tan solo piensa en la utilidad de envolver la vida de poemas,
ridículos e inútiles como son,
malgastarlos,
como costras que rompen el silencio,
con dos golpes podrían desaparecer.
Mentalmente los sumerjo en el agua,
mi verdadero apocalipsis,
podrían morir, es más, mueren por la enorme cantidad de sol que necesitan,
volubles, sin pico ya,
celebremos su paso por este mundo,
disfracemos el remolino que los engulle,
no más que otros que han frisado,
resbalando del cielo eterno mantenido por las manos ancestrales de la vida,
celebrémoslo porque todavía estamos en pie,
testigos de este afortunado momento,
complacidos por el sabor de la materia,
permeable, totalitaria,
recogida un segundo después por nuestros herederos carbonizados en otra pira una generación después.

miércoles, 1 de enero de 2014

VIRUTAS DE MI CARNE

Al lanzar la piedra enseguida me doy cuenta de que no llegará muy lejos,
apenas salva unas hierbas.

Tiro otra con más fuerza,
con la ira del mundo,
no se parará la maquinaria celeste por ese golpe,
y las órbitas permanecerán inmunes,
pero con el deseo de que llegue hasta donde me sea imposible verla,
mejor, si hubiera podido ponerla en el espacio,
para que nunca la pudiera encontrar y repetirme,
prefiero que sea otro el que halle la piedra y la aleje un poco más del lugar donde el tiempo, la resistencia y la fuerza la catapultó,
y luego olvidar el gesto,
que ha asistido a todas las fiestas y vivido la fundación y el final de los planes para soportar con más entereza la razón por la que cuatro mil años después sigo escribiendo.