“no soy lo que esperaba”
(Anne
Sexton)
Por la radio juegan a
adivinar quién puede resistir mejor el exterminio,
no es difícil poner encima
de la mesa atrocidades,
ocurren cada pocos años,
cualquiera puede hacer un
listado parcial de los asesinos más cualificados de la historia,
todos ellos culpables
reconocidos,
más difícil es recordar a
los silenciosos testigos,
sería imposible mirarlos
entre las miles de toneladas de espejos donde se miran desde el principio de
los tiempos,
preguntarles porque son
cómplices, mirarles las manos y verlas tan parecidas a las mías,
con el mismo miedo que nos
han inculcado desde antes de ser conscientes de que no podríamos hablar nunca,
ni explicar porque somos
así,
tan débiles.