domingo, 5 de abril de 2015

CANDADOS PARA REJAS METALICAS

“trazado en metal mi espíritu”
                                                                                                          (Dylan Thomas)



Si los dioses me hubieran permitido zambullirme contra las sábanas tendidas
y volverme tierra ocre,
y el remolino que tiñe mi cara hubiera impedido que las sofocantes lluvias de estío frenaran el espectáculo de la espera
y los cientos de dioses aclamados, que por fortuna desbaratan a los ídolos únicos que nos blindaron boca y ojos contra la verdad absoluta,
legión de sopladores, legión de paños tibios para aliviar el crespúsculo
que no hay más símbolos ni metáforas para arrastrar hasta el centro del círculo, el lugar áureo donde lucha la poesía,
y viven las pasiones resbalando por la rama limpia,
frugal alimento para el cerrajero que percute contra el dolor de la almas, contra la sed, contra el torbellino ascendente.
Encerrémoslos pues,
que marchen los ídolos adversos,
ocultos tras las cuerdas del tramoyista y los inventores de las falsas leyes naturales,
nuevos alimentos, nuevos futuros abreviados,
justos, con la respiración precisa para subir a las alturas de los pájaros,
y caer, caer también, caer hasta las miserables capas profundas de la materia conocida,
y que se amontonen los cuerpos,
entonces los acuchillaré, los acuchillaré con tanta intensidad que no reconocerán quienes eran
y podrás ser los malditos para siempre.