“Alcanzar la felicidad inmóvil y cíclica
de la repetición"
(Michel Houellebecq)
No lo decide nadie quien
tiene la razón ni cuando jugársela a una mano,
son los premios
invariables de la suerte que te desnudan y hacen temblar a todo el bloque,
dáselo rápido,
ahogado en la libertad
nacional de la usura mientras otros afinan la voz porque viene a representarnos,
quién es más válido en
este mísero tronco que nos aseguraron que era una almohada,
se desmenuza en cuanto el
aire lo pose,
es un día tranquilo del
que todavía no tenemos que avergonzarnos nada más que de lo justo,
un día encaminado a
lucirse en la mortandad acusica de las almas del paraíso,
por eso es domingo y los
males se ocultan para mañana,
que será un reflejo mucho
más nítido de las personas del anuncio.