lunes, 29 de febrero de 2016

BASADO EN HECHO REALES

Lo peor no es subirse los pantalones y calzoncillos a la vez,
y deprisa porque desde la carretera te pueden ver,
lo más extraño es oír amplificada como la mierda ser abre paso entre los jugos gástricos hacia el exterior,
vacía los intestinos, cuelga durante unos microsegundos del ano y se estampa contra el suelo,
si estuviera en casa me quedaría cómodamente a leer,
o en el wáter de un aeropuerto en silencio encogiéndome porque los diferentes suspiros pertenecen ya a todos, los oiría como función mecánica del progreso,
pero me tengo que alzar deprisa,
cerrar la bragueta como si no hubiera nadie,
cómo esconderla, desde el aire la mortaja será indefinida,
la servilleta que adivinará enseguida el servicio de limpieza y poda,
concesión a alguna empresa, cedida en pirámide hasta el autónomo que la mezclará con la hierba sucia de polvo, disco de frenos y neumáticos,
cuando paso por allí recuerdo el sudor con que tuve que huir, gritaba a mi estómago caprichoso que no fuera así,
se ríe de mi,
ya me ha obligado varias veces,
las carreteras desatan su furia,
aunque refrene sus ganas,
termino compartiendo rincones con otros profetas,
no los he visto pero reconozco sus huellas.

sábado, 6 de febrero de 2016

DERRUMBE EN METÁSTASIS SUPINA


 “contemplad el pulso del verano sobre el hielo”
                                                                                  (Dylan Thomas)



Puestos a hacer un ejercicio que sea cruel,
que resulte más propio de animales domesticados,
que entren a mutilar en el hediondo mundo de las palabras,
que permitan el hundimiento total de la poesía.
Que no vuelva.
QUIERO QUE SEA UN NOMBRE INSERVIBLE!!!!!

Puestas así las cosas,
ya sin miedo, ya sin pasado,
pudiendo odiar sin tapujos,
percutiría contra la costa hasta hacerla migas,
ese límite de la razón,
hay que apalearla junto a sus columnas de granito,
hasta que cayera la techumbre contra el suelo y se disipara.
La fe en que las inminentes metáfora permanecerán como un acorde que no se pierda en la distancia,
será aplastado de una manotazo.
Será la desaparición definitiva de ese mar, de los poetas encerrados en él,
arrastrados a su lecho camino de Leteo para morir inmediatamente,
de los poetas diestros en el arte de amar espuma cual esponja calcificada no quedará ni una nota a pie de página,
no habrá que explicar porque existe la crueldad y porque asoman las bandadas de estorninos cuando flojea el día
y les sonreímos cuando nos hallamos quedados vacios de otro esfuerzo inútil,
dado sin querer y gratuitamente.