“y yo oía como se
iba haciendo de noche”
(William Faulkner)
Nadie a salvo
¿café con leche, zumo o
té?
no valen la pena ni las
victorias, ni los silencios,
eso ya nos viene dado
¿tostadas con mantequilla
y mermelada?
es más fuerte el deseo que
nos mantiene cuerdos,
atados a los útiles
perfeccionados desde la antigüedad,
útiles que no nos salvan,
se parten por el frío,
aunque lo parezcan,
colmado en espuma, espoleado por el calor de la leche,
derretido el terrón, antes
flotaba inmerso en sus propias circunstancias,
volátil la servilleta,
afín a la música,
pesa la mirada instruida
en la amabilidad,
repleta de peonzas que
giran al unísono.
La espera es un final
que revierte en una espera
completa,
intrascendente, que madura
los arcos de seguridad de los edificios públicos,
pitan de dolor porque ya
no pueden resistir más.
Hola Jc, trobo molt encertada la baixada de tensió en l'expressió del tràgic de la vida, m'ha agradat molt !
ResponderEliminarGracias por tus ánimos para seguir escribiendo JM anónimo. Repetir el mismo poema no es tarea fácil
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