“…fuera del alcance de las palabras,
en una meseta de placer y dolor”
(Lorrie
Moore)
Cada uno es libre de
torturarse como quiera,
echar por la borda el
instante,
ese que nos queda.
Repartir , con el gaznate
seco, la mayoría de los reproches como medallones, acostumbrados a enmudecer
sin sentido,
las olas erizan las partes
cosidas, sin valor,
y las escupen a quien la
mira.
Vuelven después las
promesas hinchadas por el aire,
no me despiertes para eso,
deja que me muerda la
serpiente,
que resbale luego
por superficies lisas, por
donde no es posible escapar si no es así,
mientras duermo
cuida que no me prendan,
vigila tras de mi,
tras los que te dan la
espalda,
o duermen también en el
charco que desaparecerá antes de que se vaya el sol.
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