domingo, 5 de marzo de 2017

SI HAS DICHO ALGO NO LO HE OIDO



Pasas dando un portazo,
última llamada a los señores pasajeros, maleta vigilada,
azucarillos en el suelo, huellas en los lavabos,
en el espejo la mirada en ascuas,
contra ese discurso no hay argumentos,
pasas deprisa dando un portazo,
roedores recortando por la línea lacrada,
qué hubieran dicho de vivir las piedras,
qué hubieran hecho de sentir un coraza que parpadea,
mandobles de ira cerrada para poner la rabia en poemas,
oírlos a las tantas de la madrugadas, cuando las lanzas atraviesan la garganta y se bebe hasta perder la razón.
LO OIAS PERO NO LO ESCUCHABAS.
Pisas evitando el baile de los ahorcados,
es la reunión para hablar de ello y todos callan esperando tu palabra,
se ha de hablar del infierno, de las góndolas que harán falta para cruzar el Leteo, de los embalsamadores que se necesitan para que los círculos virtuoso asciendan,
saber a quién pertenecen los cadáveres,
retar con el talón al descubierto,
puede ser que con cemento blando no baste para cubrir la naturaleza y la basura,
entonces tendrás que enseñar a ahogarse en los ritos nuevos,
ríos y montañas reverdecidos,
es el área a la que se pertenece, placentera y sin jeroglíficos,
te ha dado un salto el corazón al girar la llave porque no sabes quién es,
ni lo sabía mientras el confort de las vidas recortables se superponen,
maleza de plástico donde se emborrachan los insectos,
se les escapa el pipí y vomitan,
pisas despreocupado por la cuerda amistosa que tiendes en la parte de atrás, limpia de difuntos,
donde otros como tú sorben el olor limpio y confortable de la ropa recién lavada,
repiten a la vista del cielo
que el mundo es perfecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario